viernes, 28 de febrero de 2014

Destino

Ni aún permaneciendo sentado junto al fuego de su hogar puede el hombre escapar a la sentencia de su destino (Esquilo, dramaturgo griego, 525-456 a. C.).


Cada cual se fabrica su destino; no tiene aquí parte alguna la fortuna (Miguel de Cervantes Saavedra, escritor español, 1547-1616).

Nuestro destino no está escrito en las estrellas, sino en nosotros mismos (William Shakespeare, poeta inglés, 1564-1616).

A menudo encontramos nuestro destino por los caminos que tomamos para evitarlos (Jean de la Fontaine, escritor francés, 1621-1695).

¡Actúa en vez de suplicar. Sacrifícate sin esperanza de gloria ni recompensa! Si quieres conocer los milagros, hazlos tú antes, sólo así podrá cumplirse tu peculiar destino (Ludwig van Beethoven, compositor alemán, 1770-1827).

Luchar contra nuestro destino sería un combate como el del manojo de espigas que quisiera resistirse a la hoz (Lord Byron, poeta inglés, 1788-1824).

El destino mezcla las cartas, y nosotros las jugamos (Arthur Schopenhauer, filósofo alemán, 1788-1860).

El fuerte hace su destino; el débil sufre el que le impone la suerte (Alfred de Vigny, poeta francés, 1797-1863).

El destino se ríe de las probabilidades (Edward George Bulwer-Lytton, escritor inglés, 1803-1873).

Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder (Ralph Waldo Emerson, poeta estadounidense, 1803-1882).

El hombre sensato cree en el destino; el voluble, en el azar (Benjamin Disraeli, político inglés, 1804-1881).

Tendremos el destino que nos hayamos merecido (Albert Einstein, físico alemán, 1879-1955).

Soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma (Nelson Rolihlahla Mandela, político sudafricano, 1918- ).

miércoles, 25 de diciembre de 2013

CORAZÓN


Purifica tu corazón antes de permitir que el amor se asiente en él, ya que la miel más dulce se agria en un vaso sucio (Pitágoras, filósofo griego, 582-500 a. C.).

El corazón del hombre puede estar deprimido o alterado. En cualquiera de los dos casos el resultado puede ser fatal (Lao-tsé, filósofo chino, 570-490 a. C.).

Sólo de la rectitud del corazón, nace la felicidad de todos requerida (Esquilo, dramaturgo griego, 525-456
a. C.).

De la abundancia del corazón, habla la boca (San Lucas. 6,45).

Pronto se aprende a amar a un corazón gentil (Dante Alighieri, poeta italiano, 1265-1321).

Los que de corazón se quieren, sólo con el corazón se hablan (Francisco de Quevedo y Villegas, escritor español, 1580-1645).

Jamás se penetra por la fuerza en un corazón (Moliére, seudónimo de Jean Baptiste Poquelin, dramaturgo francés, 1622-1673).

El corazón tiene razones que la razón no entiende (Blaise Pascal, filósofo francés, 1623-1662).

El corazón del loco está en la boca; pero la boca del sabio está en el corazón (Benjamin Franklin, filósofo estadounidense, 1706-1790).

Mientras que el corazón tiene deseos, la imaginación conserva ilusiones (François René de Chateaubriand, escritor francés, 1768-1848).

Si un rostro hermoso es una carta de recomendación, un buen corazón es una letra de crédito (Edward George Bulwer-Lytton, escritor inglés, 1803-1873).

Hay un camino seguro para llegar a todo corazón: es el amor (Concepción Arenal, escritora española, 1820-1893).

Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra, pero se regala (Gustave Flaubert, novelista francés, 1821-1880).

El hombre se eleva por la inteligencia, pero no es hombre más que por el corazón (Henri-Frédéric Amiel, filósofo suizo, 1821-1881).

A un gran corazón, ninguna ingratitud lo cierra, ninguna indiferencia lo cansa (León Tolstói, novelista ruso, 1828-1910).

No son pocos los que no encuentran su corazón hasta que no han perdido su cabeza (Friedrich Nietzsche, filósofo alemán, 1844-1900).

Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando (Rabindranath Tagore, filósofo indio, 1861-1941).

Un corazón solitario no es un corazón (Antonio Machado, poeta español, 1875-1939).

El problema del hombre no está en la bomba atómica, sino en su corazón (Albert Einstein, físico alemán, 1879-1955).

Para entender el corazón y la mente de una persona, no te fijes en lo que ha hecho, no te fijes en lo que ha logrado, sino en lo que aspira a hacer (Kahlil Gibran, poeta libanés, 1883-1931).

Sólo se ve bien con el corazón; lo esencial es invisible para los ojos (Antoine de Saint-Exupéry, escritor francés, 1900-1944).

Hay que escuchar a la cabeza, pero dejar hablar al corazón (Marguerite Yourcenar, poeta francesa, 1903-1987).

La memoria del corazón elimina los malos recuerdos y magnifica los buenos, y gracias a ese artificio, logramos sobrellevar el pasado (Gabriel García Márquez, escritor colombiano, 1928- ).

La gente se arregla todos los días el cabello, ¿por qué no el corazón? (anónimo).

Para fortalecer el corazón , no hay mejor ejercicio que agacharse para levantar a los que están caídos (anónimo).

Lo que hoy siente tu corazón, mañana lo entenderá tu cabeza (anónimo).